Hace calor y de ahora en adelante sólo esperamos que las temperaturas sean altas. No todo el mundo tiene aire acondicionado o ventiladores para ponerse delante de ellos durante todo el día, por eso os damos algunos consejos para mantener vuestra casa fresca y sin aumentar la factura eléctrica:
Colores y Tejidos:
El color blanco refleja los rayos del sol haciendo que el calor no se quede dentro de casa. El verano es un buen momento para pintar paredes y el blanco es el color más barato y más efectivo contra el calor. Cambia las cortinas, sábanas, colchas, fundas del sofá, por tejidos blancos y ligeros.... verás cómo la sensación de frescura entrará en tu casa.
Las plantas
Tener plantas en el exterior y dentro de casa también es una buena idea. Cuando las riegues por la mañana o bien al atardecer te podrás beneficiar de la sensación de frescor que desprenden.
Los muebles
Retira los muebles que sean prescindibles para dar sensación de más espacio y deja que el aire entre y circule mejor. Retira las camas de las paredes que tienen sol todo el día y verás como la sensación de frescor también mejora.
Bajar persianas
Baja las persianas de casa durante las horas de más sol, por tal de que no entre el calor en el interior de la vivienda y levantándolas al anochecer, procurando que la ventilación sea cruzada, abriendo ventanas en orientación opuestas.
Evita las fuentes de calor
No enciendas muchas luces, el horno o el fuego de la cocina durante mucho tiempo. Incluso el televisor u otras máquinas desprenden calor y podrían hacer que la temperatura aumentara de forma considerable. Además, ahorrarás en las facturas de electricidad.
Éstos son algunos consejos sencillos que si los haces durante los meses más calurosos, te ayudarán a mantener tu casa en una temperatura óptima y agradable, sin necesidad de gastar dinero y energía en aire acondicionado.